Rally en Rila VIII


Son las 4:30 p.m. y a unos cuantos minutos del arranque, la banda bicicletera sigue llegando a la 33 para inscribirse. Los ciclistas están casi listos, uno que otro dándole los últimos ajustes a su rila y por supuesto, instalando entre los rayos los spoke cards de la saga Rally en Rila VIII.

Se escucha un grito: “¡2 minutos!”, lo que falta para arrancar. Con mapa en mano y cuatro checkpoints visibles, la cabeza traza la ruta ideal. A estirar las piernas y brazos aunque sea un poquito, inhalar, exhalar y por último el auto-empuje: “¡Venga, sí puedo!”

¡¡¡¡¡Fuera!!!!!

Más de 70 ciclistas se trepan a sus bicis tan rápido como pueden y la mayoría toma Avenida Chapultepec.

Raúl no deja de gritarme en todo el trayecto: “¡Venga Ángeles, más rápido, pegada a mi llanta!”

Por ahí del segundo checkpoint (Expo Guadalajara), una parte del Redbull que ingerí antes de arrancar tiene a bien esparcirse sobre mi ticha… todavía no agarro ritmo en el pedaleo.

En este punto somos un grupo como de cinco ciclistas abriendo camino. Mi silbato facilita que los automovilistas nos noten y con suerte hasta logre que nos cedan el paso para hacer los menos altos posibles.

En un cruce de López Mateos hago sonar mi silbato para poder atravesar junto con el equipo y una camioneta, de tan rápido que venía cuando frenó, hasta humo de sus llantas sacó. De alguna manera el pequeño incidente nos motiva a pedalearle más duro.

Al correr un rally, uno comete imprudencias y luego, al reflexionar sobre ellas uno piensa: ¿de verdad me aventé eso? ...al menos a mí así me pasa.

Creo que todos los que hemos sido dementes al atravesar calles lo debemos a la emoción de la competencia, a la adrenalina y al montón de sensaciones que nos envuelven durante el pedaleo. No pensamos dos veces pero somos conscientes de la locura y del riesgo en el que nos metemos. Es sólo que es más importante cruzar a como dé lugar.

Avenidas atravesadas a lo loco, silbato gritón y todo, nosotros seguimos pedaleando. Cada vez falta menos. Todo el tiempo voy tras la llanta de Raúl (bueno, casi todo el tiempo).

Después de echar varios bofes –incluyendo la maldita subida del acueducto de Montevideo-, estamos en el último checkpoint: Plaza de Armas. La verdad no sé cómo hice para llegar ahí ¡Jamás pensé que circularía por el tercer carril de Avenida Alcalde, toda transitada y llena de camiones!

Por un momento ya no puedo más. Estoy cansadísima y Raúl se aleja y se aleja. Quiero gritarle para que me espere, pero es imposible detenerse en esa calle. Miro hacia atrás y los camiones están cada vez más cerca, rugiendo encima de mí. “Ni modo” –pienso- “a seguir pedaleando.”

Siguen Avenida Vallarta, Chapultepec y La Paz. Son los últimos tramos antes de la meta y son también las cuadras más largas de mi vida. Raúl no deja de exigirme: ¡Vamos! ¡Como en el Tour de France! (jajaja).

De repente, al fin estamos en la meta.

Se me están saliendo los pulmones por el agotamiento, pero tengo espacio para llenarme de felicidad cuando escucho: “¡Primer lugar!”

En segundo llega Mónica Pinto, en tercero Lina Palafox y en cuarto, Gema Santillán. Las tres pegaditas.

1 hora con 13 minutos y aproximadamente 30 kilómetros recorridos. Raúl me ha empujado hasta la meta y llegué en primer lugar.

La premiación es en el Kolsh Pub y está llena de puras vibras chidas, buena música y mucho ambiente rilero. Ahora sí, a festejar la hazaña.

La organización por parte de Fijalajara ha sido excelente. Como siempre, hay camisetas y chelas para todos, se rifan premios entre los corredores… ¡hasta los chekpointeros salieron consentidos! No cabe duda de que el Rally en Rila es un evento ya muy bien establecido y con mucha convocatoria.

Yo les digo que se dejen convocar para el próximo. La cosa es pedalearle y sí, bueno, es una competencia, pero no hay que olvidar divertirse. Al final, todo el que termina el rally, incluso de último, es campeón.

Categoría Varonil Libre:

1er lugar Alejandro Saldaña
2do lugar Javier de la Torre
3ro lugar Jesus Quevedo

Categoría Varonil Fijo:

1er lugar David Jiménez
2do lugar Ignacio Pelayo
3ro lugar Carlos Lopez

Por Gelez Santillan O.

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